martes, 27 de mayo de 2014


FÚTBOL Y TOROS
EN EL
FRANQUISMO




IVAN PONS IZQUIERDO
JUANJOSE GARCIA TOVAR

martes, 6 de mayo de 2014

5. Conclusión

Este trabajo consta de dos partes, el fútbol en el franquismo y los toros en el franquismo.
El fútbol era un modo de obtener la atención de las personas, en los campos de fútbol los mayores dirigentes del régimen aprovechaban para tratar sus temas, los jugadores estaban obligados  a hacer símbolos de respeto al régimen, se celebraba una copa llamada copa del generalísimo, era una otra forma de mantener a los ciudadanos contentos al ver más horas de espectáculo  del cual admiraban, así estos tenían a los ciudadanos contentos para que ellos siguieran con sus trapicheos, que muy mal hacían a los ciudadanos.
Respecto el tema de los toros, los toros era otra forma de cerrar trato entre los mayores dirigentes del país, quisieron formar a los toros como un patrimonio español para atraer a los mayores países con mejor economía para cerrar sus tratos, a partir de ahí los toros fue y es considerado patrimonio nacional, y cultura española (cosa que nos parece lamentable).
En general los toros y el fútbol en el franquismo es una forma de obtener beneficios a partir de estos espectáculos.

Nuestra opinión: nosotros nos consideramos en contra de todo esto, nos parece lamentable de como el fútbol, también llamado el deporte rey, un deporte al cual somos muy admiradores, la forma de que este maldito régimen lo utilizaban para sus negocios y sus beneficios. Y en el tema de Toros solo tenemos que decir que somos antitaurinos, por lo que cualquier espectáculo de esta índole no es bien visto por nuestra parte.

viernes, 2 de mayo de 2014

2.5. El mito de Kubala

Ladislao Kubala ha sido durante años el gran mito del Barca. El delantero húngaro ganó cuatro Ligas, cinco Copas, dos Copas de Ferias, una Copa Latina y una Pequeña Copa del Mundo con el FC. BARCELONA. Su habilidad con el balón despertaba tanta admiración que el FC. Barcelona  se vio obligado a construir el Camp Nou porque el antiguo estadio de Les Corts se había quedado pequeño. Nacido en Budapest en 1927, este  futbolista se enfrentó a la barbarie que supuso la Segunda Guerra Mundial antes de llegar al Barça.
 El atacante escapó de milagro del desastre aéreo que acabó, en 1949, con la trayectoria del mejor equipo del mundo en los años 40. Hasta 18 integrantes del Torino, perecieron cuando su avión se estrelló contra el muro de la basílica del Monte Superga.
Kubala, el único jugador que ha sido internacional con tres selecciones (Hungría, Checoslovaquia y España), había destacado desde muy joven en el Ferencvaros, el Slovan de Bratislava y en el Vasas de Budapest. Contrario al sistema comunista, escapó de su país vestido de soldado ruso.
Pasó a Austria y encontró trabajo en el Pro Patria italiano, el único equipo que le dio garantías económicas. Las autoridades húngaras, sin embargo, se sintieron insultadas por la fuga de una de sus celebridades nacionales y le denunció ante la FIFA, que le suspendió durante un año.
Solo y sin demasiados recursos económicos, el delantero encontró acomodo en el Hungaria, un conjunto formado por exiliados que recorrió Europa y América del Sur jugando amistosos para recaudar algún dinero, después llego al Barcelona.
 Todo estaba a punto para que el jugador se marchara a Portugal cuando se enteró de que su mujer y su hijo habían logrado escapar de Hungría. Ladislao cambió de planes y se marchó a Udine a reunirse con sus familiares. Una casualidad que salvó su vida.